Rusia ha comenzado a vacunar a sus mascotas en las últimas semanas. El país ha desarrollado Carnivac-Cov, la hasta ahora única vacuna autorizada del mundo para perros, gatos, visones y zorros, que aprobó el pasado 31 de marzo.

El fármaco es “una vacuna inactivada con sorbato”, explica el epidemiólogo veterinario y profesor de la Universidad de Zaragoza, Ignacio de Blas. “Es parecida, por ejemplo, a las humanas desarrolladas por Sinovac y Sinopharm. Utiliza el virus inactivado mediante un medio químico que en caso de Carnivac-Cov es un sorbato”.

Rusia ha justificado su lanzamiento porque “puede prevenir el desarrollo de mutaciones virales, que ocurren con mayor frecuencia durante la transmisión entre especies del virus», dijeron investigadores a Reuters tras el inicio de la vacunación. Los ensayos en animales del fármaco habían comenzado el pasado octubre y la protección de anticuerpos ha sido demostrada durante seis meses tras la vacunación. “La vacuna es muy similar a otras de otros coronavirus que afectan a animales pero se ha desarrollado muy rápido y parece que sólo da seis meses de inmunidad”.

¿Es realmente necesario?

Mientras que el director del centro de investigación de donde salen las vacunas rusas del Covid (también la Sputnik V), Alexander Gintsburg, afirmaba en un medio ruso que “la siguiente etapa de la epidemia es la infección por el coronavirus de los animales domésticos y de granja», De Blas ve esta vacunación “más como una publicidad o un golpe de efecto que una necesidad real del mercado, porque las evidencias de que los animales puedan contagiar a humanos son bajísimas”.

De la misma forma opina el profesor del Grado en Veterinaria de la Universidad Europea, Fernando Esperón, que cree que “esta información hay que tomarla con mucha prudencia”. “Apenas hay notificados contagios de animales a personas y hasta donde se sabe tampoco las nuevas variantes tienen procedencia en animales, por lo que me parece un gasto inútil de recursos en este momento”, afirma.

Hasta el momento, Esperón recuerda que la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) no recomienda la vacunación de animales de compañía. También fuentes de la Organización Colegial Veterinaria (OCV) de España declaran que “la vacunación de animales de compañía no es una necesidad imperiosa, además de carecer de una vacuna específica como en Rusia. De haberla, debería administrarse primero a gatos, más propensos que otras especies a padecer coronavirus”.