Pese a que los humanos somos una especie animal más, que se relaciona cotidianamente de diferentes maneras con las demás criaturas que habitan nuestro planeta, éstas han sido excluidas de la norma suprema que fundamenta el ordenamiento jurídico nacional, como es la Constitución. Además, actualmente según rige en lo escrito ahí, los animales son considerados – en general – como “bienes muebles” o “inmuebles”, es decir, como meros objetos, lo que ha causado que estos seres vivos se vean enfrentados a un alto grado de vulnerabilidad y desprotección.

Es por este motivo que diversas organizaciones y fundaciones, como Fundación Arca ha impulsado campañas como “Animales en la constitución”, con el objetivo de incluir a los animales en esta carta magna y modificar su estatus jurídico, reconociéndolos como “seres dotados de sensibilidad” o “sintientes”. Si bien durante años la organización ha luchado por la protección de los animales, fue luego del estallido social y el consiguiente Plebiscito Nacional del 25 de octubre cuando se abrió la oportunidad para llevar estos deseos y actos a un plano legislativo.

Estas campañas han alcanzado mucho revuelo y aceptación entre la ciudadanía llegando a trascender a los medios de comunicación y notas periodísticas como fue el caso de el diario La Tercera, quien mencionó el trabajo que estaba realizando nuestra fundación y otras, para obtener el mayor respaldo y visibilidad posible.

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