La identificación de animales de compañía mediante el uso del microchip se ha convertido en la mejor opción para luchar contra el abandono de animales y para qué animales perdidos puedan regresar a casa.

Como ya es conocido durante las fechas de fin de año y fiesta muchos animales de compañía sufren graves problemas de salud o estrés, a lo que se suma que gran parte de ellos escapan, producto de los ruidos ensordecedores o sobreestimulación al que son expuestos.

Es por esta razón que cada día se hace más importante tener un registro verídico y eficaz de nuestras mascotas, siendo un buen ejemplo de esto el microchip. Elemento que está estipulado en la LEY 21020: SOBRE TENENCIA RESPONSABLE DE MASCOTAS Y ANIMALES DE COMPAÑÍA. Donde en un apartado de esta se especifica que los animales deben tener un sistemas de registro e identificación.

¿Qué es el microchip?

El microchip es un pequeño dispositivo electrónico, del tamaño de un grano de arroz, que se implanta en el interior de la piel de los animales de compañía. El dispositivo tiene en su interior un código único de nueve dígitos y cuatro letras que sirve para identificar al animal y está asociado a los datos de contacto de su familia: dirección, teléfonos y nombres. Es un dispositivo imperceptible para el animal, no le causa ningún dolor ni tampoco puede desarrollar posibles alergias ni otros efectos secundarios.

¿Para qué sirve el microchip?

El microchip sirve como reconocimiento legal de que el animal de compañía es parte de una familia. El microchip implantado está asociado a los datos de contacto de la persona responsable de su cuidado y, como el chip no puede reemplazarse y los datos tampoco pueden falsificarse, se puede evitar el robo de un animal.

Si el animal de compañía se pierde y tiene un microchip aumentan las posibilidades de que pueda volver a su hogar. Según cifras de la Subsecretaría de Desarrollo Regional de Chile, basadas en un estudio del veterinario Fabián Espínola, máster en Salud Pública, existe un total de 3,6 millones de perros y 1,2 millones de gatos en el país. Entre el 5% y el 7% de ellos no tienen un dueño ni persona responsable de su alimentación y cobijo, indican también los datos del censo nacional de 2017.

El porcentaje corresponde a al menos 343.000 animales abandonados en el territorio chileno. Antes de la pandemia, vivían de restos de comida que encontraban en la vía pública o de lo que les ofrecían vecinos y comerciantes enternecidos. Ahora, producto de las cuarentenas y los cordones sanitarios implementados para combatir el coronavirus, no encuentran alimentos, tampoco atención.

Es por esta razón que es fundamental tener un registro de nuestros animales de compañía y comprometernos con el cuidado y la salud pública de nuestro entorno.

¡La mejor forma de acabar con el abandono es a través del registro!